martes, 20 de abril de 2021

El dragón ascendente

Hoy he realizado algunas pruebas de impresión para esta lámina, que no sé si titular La Altura de los Tiempos o La Gran Sierpe. Sea como fuere, échenle un vistazo y si les interesa su significado abajo está la historia. Si quieren una copia no duden en contactarme vía mensaje de Instagram en la cuenta con el mismo nombre que este blog.

    Hoy el dueño de la copistería me ha preguntado si este es un dibujo de San Jorge. La verdad es que no había caído en que estamos tan cerca de su onomástica, aunque mi intención no era dibujar a ningún santo. Quien tenga ciertas nociones de simbolismo o conozca el estado de la civilización occidental verá que la ciudadela desmoronándose, la bestia reptando fuera de las aguas del caos y la arcada del Gran Teatro del Mundo delatan esta imagen como una visión del presente. Por tanto podría tratarse de San Jorge o no, en realidad es lo que el arquetipo del cazador de monstruos o el paladín defensor debe representar a día de hoy: poco importa el nombre. Esta es una reflexión importante, porque nos encontramos en un tiempo en el que quienes más claman ser matadragones no dudan en entregar a sus propios hijos al monstruo. En cambio, el hombre en esta imagen se mantiene en silencio, solo y enfrentando un peligro frente al que no hay garantía de triunfo o aplauso. Lo único que importa es que está donde debe.

    En cuanto a la inspiración formal (consciente o inconsciente) tras esta imagen, además de la obvia imaginería histórica, debo destacar tres obras modernas: la talla de Jonás de Tomás Barceló, el Diluvio Cósmico de Jonathan Pageau y -siguiendo mi lado más geek- La Puerta Eterna de John Blanche.






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