lunes, 26 de abril de 2021

Mansedumbre

Además de la cuestión europea, el motivo por el que asistimos constantemente la crítica de ser un país de servicios pero no cambiar nada es la comodidad  de los gobernantes. De reindustrializase, España volvería a tener una clase trabajadora de verdad y eso obligaría a los políticos de izquierda a ser algo coherentes ¡o al menos a esforzarse en fingir mejor!

En cambio, conviene a muchos que seamos un país  de microburgueses depauperados y funcionarios con falsa conciencia: a los primeros siempre puedes estrangularlos más flojito si se quejan, y con los segundos agitar un poco el sistro monedil basta para que vuelvan a sus plácidos sueños. Además, lo que unos y otros comparten es ver en el político contradictorio un reflejo de sí mismos. Por eso los toleramos tanto.

De hecho, incluso quienes se dan cuenta de que la raíz de tantos males es la clase política no hacen nada. Prefieren que la amargura los consuma o desentenderse de todo hasta que el Estado caníbal venga a llevárselos a rastras. Es éste el mayor crimen de la socialdemocracia: crear una burguesía anestesiada que teme el riesgo inherente a todo cambio, que teme el síndrome de abstinencia estatal. Y encima nos han hecho creer que en nuestra mansedumbre estamos salvando el mundo.

Si no fuera tan terrible sería una obra de arte.

martes, 20 de abril de 2021

El dragón ascendente

Hoy he realizado algunas pruebas de impresión para esta lámina, que no sé si titular La Altura de los Tiempos o La Gran Sierpe. Sea como fuere, échenle un vistazo y si les interesa su significado abajo está la historia. Si quieren una copia no duden en contactarme vía mensaje de Instagram en la cuenta con el mismo nombre que este blog.

    Hoy el dueño de la copistería me ha preguntado si este es un dibujo de San Jorge. La verdad es que no había caído en que estamos tan cerca de su onomástica, aunque mi intención no era dibujar a ningún santo. Quien tenga ciertas nociones de simbolismo o conozca el estado de la civilización occidental verá que la ciudadela desmoronándose, la bestia reptando fuera de las aguas del caos y la arcada del Gran Teatro del Mundo delatan esta imagen como una visión del presente. Por tanto podría tratarse de San Jorge o no, en realidad es lo que el arquetipo del cazador de monstruos o el paladín defensor debe representar a día de hoy: poco importa el nombre. Esta es una reflexión importante, porque nos encontramos en un tiempo en el que quienes más claman ser matadragones no dudan en entregar a sus propios hijos al monstruo. En cambio, el hombre en esta imagen se mantiene en silencio, solo y enfrentando un peligro frente al que no hay garantía de triunfo o aplauso. Lo único que importa es que está donde debe.

    En cuanto a la inspiración formal (consciente o inconsciente) tras esta imagen, además de la obvia imaginería histórica, debo destacar tres obras modernas: la talla de Jonás de Tomás Barceló, el Diluvio Cósmico de Jonathan Pageau y -siguiendo mi lado más geek- La Puerta Eterna de John Blanche.