miércoles, 6 de abril de 2022

La misma cuerda

Muchas veces critico el arte contemporáneo o ciertos tipos de música moderna, pero que hayan llegado a una posición preeminente y sigan firmemente atrincherados en ella es responsabilidad también de lo que debería haber sido la alternativa. De hecho forma parte de un círculo vicioso que hace que la gente cansada de los excesos de un lado de vaya al otro y no vea que el arte tiene que ver con otra cosa. 

    Con esa falsa "alternativa" me refiero al vano virtuosismo, al formalismo o al academicismo elitista que enraizaron en el siglo XIX y siguen (aunque con menos peso institucional) ahí a día de hoy. A veces uno puede encontrarse frente a verdadera perfección técnica  en cuadro hiperrealista pero al mismo tiempo no ver arte por ningún sitio. Lo mismo con las escalas interminables de algunas piezas clásicas. 

El otro día traduje (del inglés) el siguiente poema egipcio de finales del segundo milenio a.C. :

"Ojalá tuviera frases desconocidas,
dichos que fueran extraños
palabras novedosas, nunca probadas,
libres de repetición
y no refranes heredados,
pronunciados ya por los ancestros.

Escurro los contenidos de mi fuero,
tamizando todas mis palabras;
pues lo que se ha dicho no es sino imitación,
cuanto decimos se ha dicho ya."

    Como puede apreciarse, hace más de cuatro mil años ya se preocupaban por la cuestión de la originalidad literaria, cosa que bien podría aplicarse a cualquier forma de arte. Y aunque no podemos sino dar la razón a Jajeperreseneb en que no hacemos sino reordenar una y otra vez piezas con las que ya jugaban nuestros antepasados, es innegable que desde entonces han aparecido muchas obras que pese a sus referentes, inspiraciones o influencias inconscientes consideramos únicas y sublimes, hitos en la historia humana. Por doquier encontramos pruebas fehacientes de que hay otras fuerzas misteriosas operando en el proceso creativo, que aunque se apoyan en la técnica y el conocimiento teórico sin duda los trascienden. Por esto soy firme creyente en la idea de que para que la experiencia estética sea posible es necesario que el artista vierta un poco de su subjetividad en lo que está haciendo y encuentre un lenguaje adecuado para volverla universal, aunque se guarde parte del misterio.

   Por esto mismo lo que algunos consideran el arte actual y aquello en lo que institucionalmente se ha convertido el viejo arte no son sino cabos opuestos de una misma cuerda, y aunque a día de hoy el discurso del lado subjetivo y caótico lleva ventaja, sería igualmente dañino que diéramos al control a la tribuna de los fríos mármoles; o que cayéramos en la tentación de pensar que la fórmula del arte puede ser sintetizada a base de poner electrodos en la cabeza del artista. Llegados a ciertas fronteras lo único que uno puede hacer es quedarse en silencio y disfrutar de la magia.

Nebulosa del Águila
Créditos:
T.A.Rector (NRAO/AUI/NSF and NOIRLab/NSF/AURA) and B.A.Wolpa (NOIRLab/NSF/AURA)


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