Uno de los problemas que enfrenta el lector de fantasía moderno son las malas traducciones en sus títulos preferidos. Esto es hasta cierto punto disculpable teniendo en cuenta que los traductores generalmente no son expertos en Historia (madre de toda fantasía) tema que por desgracia tampoco cala demasiado entre el gran público. Sin embargo el problema es que en vez de identificar el error y cambiar de rumbo llevamos medio siglo levantando un edificio de términos mal usados: como la fantasía anglosajona domina el mercado, los autores en lengua española de ambos hemisferios beben de esos errores toda su vida y muchas veces los acaban incorporando a sus trabajos.
Por eso he decidido hacer una entrada con dos errores que me llaman la atención por ser tan comunes en novelas, rol de mesa y videojuegos: buckler traducido como rodela y rapier como estoque.
Esgrimistas del siglo XVI con espada y broquel |
El término correcto en español para buckler es no es rodela, sino broquel. Un broquel es un escudo de pequeño tamaño, generalmente redondo y hecho completamente de metal, aunque también los había con partes de madera. Los broqueles "clásicos" suelen tener una cazoleta central hueca que albergaba la mano y podía usarse para golpear al enemigo, sobre todo si la remataba un pincho. Aunque se usaron en el campo de batalla, culturalmente se los ha acabado asociando en exclusiva a los duelistas o a los practicantes de esgrima. Por eso el término en inglés también da nombre a uno de los arquetipos de aventurero más extendidos: el swashbuckler (lit. "avientabroqueles"), lo que en Español llamaríamos héroe de capa y espada o un sinfín de términos picarescos igualmente válidos.
Por contra, una rodela es un escudo redondo u ovalado, pero a diferencia del broquel iba embrazado, es decir, fijado con correas. Por su tamaño mediano podríamos considerarlos "escudos propiamente dichos". Sus dimensiones hacían que fueran protecciones efectivas contra proyectiles y, de hecho, en el Renacimiento llegaron a fabricarse rodelas a prueba de bala, muy útiles en asedios. Por motivos obvios en sus correrías urbanas un swashbuckler histórico o fantasioso no llevaría una rodela, ya que es un arma de guerra aparatosa y difícil de justificar ante las autoridades.
La rodela tuvo más relevancia histórica de lo que normalmente se le atribuye. El empleo de rodelero propiamente dicho desapareció en el siglo XVI, pero eso no significa que tan peculiar escudo se dejara de usar: más bien lo contrario. Hasta que el mosquete de chispa desbancó a la pica en los campos de batalla europeos, la rodela se consideró un arma de especialista excelente para el asalto en brechas, abordajes o para soldados de infantería que actuaban en grupos desgajados del escuadrón de piqueros. También tenía connotaciones de rango, y muchos oficiales españoles tenían un paje (a veces llamado paje de rodela) que se encargaba de transportarla junto con las armas que su maestro no estaba empuñando.
Piquero y rodelero de principios del siglo XVII |
Por otra parte, "rapier" hace referencia a una espada de hoja larga y fina, a la que solemos asociar con las típicas guarniciones de lazo o a la cazoleta de las películas de mosqueteros. Es decir: a una espada ropera, y a veces incluso a sus primas punta y corte que veríamos en un contexto militar. Los términos aquí son algo confusos, porque en castellano actualmente veces se llama "estoque" a esas armas, pero para evitar líos baste decir que un estoque en su sentido original no es lo que daríamos al ágil matasiete, sino a un caballero hecho y derecho, especialmente para pelear contra villanos enlatados. Se trataba de un arma más de punta que de tajo, tan diseñada para perforar que generalmente sólo estaba afilado el final de la hoja. Aunque el estoque a todas luces es una espada de doble puño, lo cierto es que también podía usarse como si fuera una lanza corta, emulando así otras armas de caballero desmontado como el hacha de petos. Por su particular diseño también era útil como una versión más grande de la daga que los hombres de armas usaban para rematar a adversarios aturdidos o derribados.
El tipo de la izquierda lleva un estoque. Nótese el pomo rematado de pinchos, una adición habitual en la representaciones de esta arma. |
Más caballeros con estoque. En este caso llevan falsaguardas para proteger la mano adelantada. |