Por si alguien no se ha dado cuenta, en
este blog Jonathan Pageau y Jordan Peterson a veces actúan de
elefantes silentes en la esquina. El primero es un tallador
de iconos ortodoxos aficionado al simbolismo... y respecto al
segundo, no conocerlo es sinónimo de haber estado viviendo bajo una
piedra durante la última década. En su día hablar de Peterson
levantaba pasiones en la esfera mediática, y su reciente regreso a
la palestra ha resucitado la polémica sobre su discurso. Sea como fuere, recomiendo suscribirse a sendos canales
de youtube porque suelen tratar temas interesantes, se esté de
acuerdo con sus propietarios o no.
He escogido este momento para hablar
de la figura de Peterson porque, tras una larga convalecencia y
unos años en los que muchos hemos echado en falta sus opiniones
sobre actualidad, ha vuelto a hacer un podcast con Pageau, y lo que
resulta de dichos encuentros suele ser de lo más interesante. Baste
decir que en 2018 hicieron un vídeo sobre la metafísica de Pepe. Sí, me refiero a la rana. Pero no nos desviemos del tema: en el reciente podcast hay un
momento en que cualquier individuo que conozca los padecimientos
recientes de Peterson y se haya planteado seriamente la cuestión de
la relación religión-filosofía se ha de estremecer. Ese momento,
combinado con un artículo que acabo de leer, es lo que me ha
empujado a escribir esta entrada.
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Los iniciados entenderán la referencia |
No sorprenderá a nadie la afirmación
de que los medios suelen recurrir a hombres de paja para hablar de Peterson. Y los medios españoles no iban a ser una
excepción. La suspicacia detrás de dichas falacias la presenta
explícitamente Elena Alfaro en su reciente artículo de Vozpópuli:
ella y otros informadores padecen una extraña dolencia,
caracterizada por un irracional temor a dar
apoyo intelectual a la extrema derecha si no tiran una o
dos piedras al doctor canadiense. Me cuesta creer que alguien que
haya leído su libro o visto una de sus intervenciones pueda decir
que Peterson es un gurú de alguna clase de extremismo. Por mi parte
comparto las habituales críticas de que a su best seller le
falta finura filosófica o que su uso generalista del término
posmoderno es incorrecto, pero relacionarlo de alguna forma
con el conservadurismo extremo o el fascismo es haberlo entendido
todo al revés o ser un vil mentiroso. Por otra parte está el
desprecio de la intelectualidad a sus escritos, ya que para muchos es
poco más que un gurú medio astrólogo que juega a ser científico.
¿Pero de veras podemos llamar a su
trabajo autoayuda? Desde luego, aunque visto el panorama
social en la juventud no creo que podamos
permitirnos el lujo de despreciar esos formatos de fácil acceso
¿Podemos afirmar también que todas sus afirmaciones son
científicas? No, aunque él tampoco lo dice en ningún momento,
ni está vendiendo su trabajo como un tratado positivista.
Peterson sencillamente muestra a su
audiencia un gran cuento -o una parábola si se prefiere- para
introducirla de forma sencilla en un gran relato que está por todas
partes y que sin embargo se escapa a cualquier encorsetamiento
verbal. Está haciendo un trabajo que normalmente se encontraba
reservado a padres y abuelos.
Que este hombre sea mentado como
intelectual útil para tiranías o populismos de cualquier clase es demasiado para
cualquiera que conozca sus opiniones. Donde esto se ve de forma más
clara no es en las presentaciones para profanos sino en grabaciones de sus lecciones en la universidad (Sobre todo Maps of Meaning). No
ya porque normalmente bucea en los orígenes del totalitarismo y
trata de prevenir la deshumanización que conlleva, sino porque
cualquier espectador que ponga algo de atención puede ver que
constantemente se está marcando unos límites nada fáciles en su
discurso ¿Vamos a alegar acaso que sus lágrimas en el podcast son
algún tipo de montaje? ¿Quién puede quedarse indiferente ante lo
que dice en ese preciso momento? Peterson es el primero que toma
responsabilidad por sus palabras, y aunque muchos hayan encontrado en
sus libros un camino a la religiosidad, él mismo no atraviesa ese
umbral. No afirma la existencia de Dios porque sabe que una vez
aceptadas ciertas cuestiones de fe es extremadamente difícil
establecer los límites del comportamiento justificable. Quizá
Peterson hable de religiosidad, pero sigue siendo escéptico en sus
afirmaciones porque conoce las consecuencias de una fe desbocada
¿Acaso no es ese también un punto esencial de su crítica al identitarismo moderno?
Como amateur del simbolismo y graduado en filosofía puedo entender perfectamente la agonía de
tener que lidiar con que muchas cosas van mejor si se vive aceptando
cierta realidad narrativa... pero al mismo tiempo no poder aceptar la
literalidad de su primer principio por los peligros que ello
conllevaría para uno mismo y para los demás. Si el filósofo ya es
un funambulista la mayor parte del tiempo, quien bucea en las
profundidades narrativo-simbólicas en busca del Sentido es
prácticamente un kamikaze. Lo que no puedo ni quiero imaginar es qué
nivel de tensión ha tenido que acumular el doctor Peterson por ser
todo esto y además un ídolo de masas que transmite esas ideas a un
público que lo trata de figura paterna. Por no hablar del efecto de
dichas cuestiones espirituales en su reciente convalecencia,
enfermedad que sus muchos enemigos han explotado de un modo
completamente rastrero y deshonroso durante los últimos meses.
Como he adelantado, el artículo de
Alfaro es uno de los motivos que me han impulsado a posicionarme
sobre lo que Peterson representa. No ha sido leer el artículo en sí,
sino verlo compartido y alabado por políticos supuestamente
liberales. No es la primera vez que veo esta clase de discurso en
políticos del establishment, que también han pasado por el aro de
criticar a los youtubers que se van a Andorra y otros tantos tópicos
que uno esperaría ver en boca del visir de Chávez
¿Qué demonios les pasa a los
liberales españoles cuando se asientan en el poder? ¿Acaso
vuelven trastornados de sus viajes a Bruselas? ¿Tan
socialdemocratizados están que alguien que promueve la
responsabilidad individual, el pensamiento crítico, el escepticismo
y el sentido común les parece un peligroso extremista?
Enlace al Podcast: https://www.youtube.com/watch?v=2rAqVmZwqZM